Escribo esto por necesidad, por pena, angustia, porque me cuesta respirar y las ganas de llorar no me abandonaran.

Esta noche me doy cuenta que estoy hecha de aquel que me reparo y luego me destrozó. Estoy tan rota que tengo miedo de hacerle daño a alguien con lo poco que queda de mí.

Sé que esta es la historia de siempre, te despides, recaes y vuelves a llorar por lo mismo, no, no es una relación tóxica, yo lo llamo círculo vicioso de bienestar.

¿Bienestar? 

Si, me ha regalado minutos que valen oro, me ha enseñado el significado de ese amor bonito, removió escombros e hizo renacer el lado cursi que creía perdido, se convirtió en aquel en quién volví a amar la vida.

Pero esta vez hasta aquí llegó, porque hasta aquí es sano y esa es la mayor demostración de amor que puedo hacer por los dos y sobretodo por mi misma, es la demostración de amor propio más bonita que me he podido regalar, y no hubo ataduras, me dejo volar libre, sin remordimientos.

Quizás en otra vida nos volvamos a encontrar y si no estamos destinados yo prometo hacer que este se ponga de nuestro lado...