Hay días en que tengo ganas de no tener ganas.
Otras quiero comerme el mundo y muchas otras quiero simplemente fluir y no influir.
¿Recuerdas aquella noche? Sonreiste y mis barreras se vinieron abajo, mi mundo se vino abajo. Todo aquello en lo que creía había desaparecido como si de magia se tratará.
Aun recuerdo el tacto de tu camisa sobre mis hombros, me sé el recorrido que tienen tus tatuajes, he acariciado cada lunar y cada cicatriz que adorna tu piel, me he impregnado de tu aroma a menta y alcohol.
Pero también hay días en que todo pasa, no siento nada y todo me agota, me he hundido en vasos sin contenido y aún así en esos días he recordado el tacto de tus manos frías sobre las mías, recuerdo los escalofríos que causaba, solo de pensarlo se me pone la piel chinita.
Y no... No debería acordarme de todo aquello, porque el recuerdo es un arma de doble filo y yo tiendo a ser un arma suicida.
""
Layout by tentylers. Image from ALifeInAPaper.