Lloraré tu muerte hasta que me enfríe...

Sí el corazón se enfría, no le pongas agua tibia para calmar sus heridas, dejalo sangrar, dejalo llorar, deja que le duela, que me duela y que viva el dolor, tomalo, mimalo, acunalo pero con cuidado para que no se rompa más.

De a poco recuperará su sentir, su latir, de las ruinas volverá a surgir.

En algún momento dejará de llorar,

En algún momento dejará de doler.

Deja que las ruinas sean ruinas, ya lo han sido antes y sobrevivió, deja que el dolor se disipe en esta ciudad de nadie, después de todo en este hogar ya no habita nadie. En los escombros está escrito tu nombre, Barcelona no será igual de bonita desde que dejaste de habitar en mi pecho.

Cariño, estoy destrozada pero no tendrás la suerte de enterarte, no tendrás el placer de hacerlo, esto no llegará a tus manos, ni tampoco a tus oídos, porque aunque este escrito no habrá palomas mensajeras de por medio y tampoco voy a gritarlo, o quizás sí, voy a gritar tan fuerte, desde mis entrañas gritaré que te quiero y me duele que hará tanto eco en mi mente y las palabras no abandonaran mi boca, porque te quiero y no tendrás más motivos para reprocharme tu dolor, ni seré arma de doble filo dañandote a mano armada y al mismo tiempo apuñalandome aún más.

En este lugar no habrá despedidas, tú quieres una despedida digna de películas, pero olvidaste que a mi no me gustan, que me voy ya sin hacer ruido, en su momento lo hacía porque no quería irme, pero hoy es diferente, ni tú estás aquí, ni yo puedo quedarme, sin contar la infinidad de veces que me he despedido y he vuelto porque no soy tan valiente como para dejarte. Debes tener en cuenta que me voy sin decirle adiós a aquello que nunca empezó.

Te quiero, quizás lo haga siempre, pero no por ello dejaré que me detengas a mitad de camino, no me gusta quedarme como cuña en la puerta, donde no entras, pero tampoco te vas, y no, no me gusta estorbar.

Me voy a quedar en un pequeño rincón, sin hacer mucho ruido, donde no logres saber de mi, donde ya no te duela mi nombre, donde no te duela mi recuerdo, ni donde sepas que yo no te he olvidado, lo he intentado infinidad de veces y creeme que no ha resultado, pero si he de sacarte de mi, lo voy a hacer aunque duela, lo haré de ser necesario, por ti, por mi.

Te voy a arrancar de mi con uñas y dientes, para que duela, para que sangre, para que mengüe el amor, amor que alguna vez olvidaré.

Así que deja que repose, aplicale sal y que escuesa sus heridas, deja que se enfríe y así en algún momento ya no te querré como hace un instante, deja que se enfríe, para que vuelva a latir con fuerza y brillar como nunca antes lo ha hecho.