Tejiendo alas...

Me he rodeado de personas que me invitan a seguir adelante, a ser mejor persona, esas que te empujan a salir de tu cama, de tu casa y a seguir tus sueños.

El problema es que estoy lidiando con demonios que creía controlados, con personas, con pensamientos, con situaciones, que la pandemia no ha hecho más que liberar uno a uno de las jaulas en las que estaban cumpliendo sentencia.

He descubierto que este año conocí una versión más frágil, sensible, pero al mismo tiempo, mucho más fuerte, de mi misma.

Me he dado cuenta que extraño mi vida antes de que todo este caos ocurriera, pero no tanto mi vida antes de, sino que extraño lo libre que éramos, extraño a la persona que era, pero abrazo fuerte a esta extraña versión de mi misma.

No sé si es un momento difícil o complicado el que atravieso, el cansancio está pasando la cuenta, los miedos a veces me paralizan, la frustración y el insomnio se vuelven a hacer presentes.

Y pese a todo eso, no pretendo detenerme.